Tras la llegada del coronavirus, se esperaba un descenso drástico del turismo, debido a razones obvias estrechamente ligadas al virus. Entre esta bajada de Turismo, y la crisis sanitaria que ha infundido el miedo en todos los españoles, se preveía una demanda de alquiler en zonas de playa mucho menor en relación a otros años. Este descenso notable de la demanda supondría una rebaja del alquiler en consecuencia.
Lo que nadie esperaba es que, tras pasar tantos meses encerrados, sin poder disfrutar del aire libre y espacios abiertos tan agradables como la playa, la mayoría de propietarios que habían decidido alquilar su apartamento en zonas de playa otros años, se decantarían este año por pasar unas agradables vacaciones a orillas del mar.
Esta decisión en masa de los propietarios ha conseguido que, a pesar de las previsiones, el alquiler medio por semana en España, en zonas de playa, haya subido este verano un 3% respecto al pasado, ya que la oferta es mínima comparada con otros años.
Por lo tanto, se dejaba atrás la cifra de 750€ de media por semana en España en 2019, que subía para sorpresa de muchos.
Además, los inquilinos han elegido destinos más cercanos a su residencia primaria, en teoría por el miedo a estar lejos de su primera residencia ante un repunte inesperado del virus
Este año los destinos más caros se han localizado en las Islas Baleares, llegando a un tope de 2800€ por semana en algunas zonas. En el lado opuesto, se encuentra Lugo, donde se pueden encontrar precios de 200€ por semana. Así pues, tenemos en nuestra mano la oportunidad de disfrutar de unas vacaciones de playa, más o menos lujosas, pero al alcance de la mayoría.
Como conclusión, podemos ver la dificultad a la hora de prever cualquier situación que se ve afectada por el COVID-19, pues, en el ámbito del alquiler en zona turística, este verano ha ocurrido lo contrario a lo que se esperaba. Para más información de interés relacionada con el mundo de la arquitectura visita nuestro blog.